BUENOS AIRES
20 DE JULIO DE 2010
Amigo:
Aquí llego una carta diciendo que ya no tienes más ganas de vivir, y que te sientes perdido y deprimido, responsabilizando a la vida de no brindarte novedades.
Quiero decirte que sí, que tal vez las luces ya no brillan como antes para todos nosotros. Pero aún no se han apagado. Entonces, alimenta esa esperanza con una pequeña sonrisa, o con algún diminuto gesto que sirva como prólogo de un nuevo porvenir. Porque vale la pena generar nuevos sentimientos antes que hundirse en los viejos sufrimientos. Recuérdalo.. Una sonrisa, un aplauso, un dibujo, una canción, son esos pequeños símbolos que marcan nuestra existencia. No cotizan en bolsa ni tampoco pagan impuestos, tan sólo porque t-u vales mucho más que todo eso.
No olvides que eres cuerpo y alma y que desembarcaste en este mundo de locuras, para cumplir algún objetivo. Todos lo hemos hecho y por ello gozamos el beneficio de la razón y del pensamiento, para que no nos traten como una simple mercancía. Debes comenzar a revolver el pozo de las dudas y a sortear el oficio nuevo de cada día.
Todos viven como tú y tienen tantos problemas como tú. Todos necesitamos de ellos arbitrariamente. Porque habitan el mismo suelo y porque observan diariamente las mismas desgracias que nosotros. Los habrá buenos, malos, fríos, extrovertidos, amables, calculadores, idealistas, hipócritas, sinceros.. Pero acude a ellos y conócelos. Tendrás tu tiempo para formar juicio.
Ven y camina por aquí. Que las bocinas de los automóviles te inquieten. Que las plazas te alberguen con media hora de piedad, porque para eso están. O prefieres que tus propios demonios te inquieten. Haz que el sol te broncee, que la lluvia te moje, que le viento te despeine. Ve con ellos, acompáñalos. Porque eres uno más, en este mundo todos somos uno más..
